Regalo de MORGANA

Regalo de MORGANA
Gracias por tu regalo, me hace ilusión y cada vez que lo miro te recuerdo.

miércoles, 14 de enero de 2009

El hombrecillo


Entre muchos que pasan por la avenida, observo a un viejo de baja estatura, ojos pequeños de astuto que, nos indica el sufrimiento al paso de toda una vida; lleva siempre dos bolsas de plástico, suele mirar a modo de vicio el interior de cada una de ellas, las mira, las vuelve a mirar y las remira, las deja en un banco del bulevar, se va a la fuente pública, bebe agua, vuelve al banco, vuelve a revisar el contenido de su pequeño equipaje; se sienta en el pequeño hogar que él ha elegido... si es verano duerme tendido como si fuese un mendigo, porque con esta forma de actuar muchos creen que es un indigente. Va mal vestido, sus cabellos de la cabeza están de punta y muy cortados al rape.
Yo he bajado algunas veces, he querido hacer amistad con él, (ya sabéis que soy muy observador), necesito saber algo o mucho de su vida. Él no quiere dar ningún dato (se parece en esto a nosotros los navegantes de Internet), es muy desconfiado, no quiere amistad, él tiene su pequeño mundo, sólo contesta con monosílabos "si" y "no".
Es usuario de una residencia de ancianos, es muy inquieto, nervioso, compra pan porque dice que allí sólo le ponen para comer pan tostado.
Pide a las gentes de buena voluntad para gastárselo en las máquinas traga perras.
A veces le saludo y a penas me contesta o, lo hace muy ligeramente, se cree que me burlo de él. Sólo quiero alegrarle la existencia o la espera hacía otro mundo que será de todos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi estas personas me enternecen mucho y a veces no dejo de ver en ellos una gran valentía. Un día sentada en un banco en Alicante, hace poco, miraba a una señora que no tendría más edad que la mia. Una hippy, con bolsas, y ella me miraba. Yo pensaba qué pensaría ella de mi. Si supiera que seguramente tenemos mucho en común.
Me pidió fuego, llevaba una colilla que previamente había encontrado en una papelera, le dije, tirala, y le di unos cuantos pitillos, ella me sonrío y yo la sonreí. Luego me tuve que ir. Si a mi también me gustaría conocer a esta gente. Los vagabundos me inspieran una ternura increible. Me identifico aunque suene tonto.
Un beso y perdona por el rollo.

Anónimo dijo...

Qué dura debe ser la vida en la calle ¿verdad?
Yo muchas veces he pensado que ellos son los únicos que verdaderamente pueden disfrutar de su libertad, ellos sí son verdaderamente libres, no dependen de nada y nada ni nadie depende de ellos, esa es la parte buena, veo yo de estas personas, a cambio está la parte dura, durísima de la soledad de esa vida.
Goriot,Mirola, sois buena gente, de la que a mí me gusta conocer, ya lo sabéis.
Un besazo a los dos.

Profe Camino dijo...

¿Pero en qué residencia de ancianos está ese pobre hombre que le permiten vagabundear sucio y mal vestido por la calle? Da mucha lástima pensarlo tan solo durmiendo en un banco, es una historia triste.
Un beso.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con todos vuestros comentarios. Sólo añadiría una cosa que me da mucha pena y me aterra a la vez: que no hace falta demasiado para convertirnos en una "persona de la calle", que ellos seguro que ayer tenían casa y familia, como nosotros, y alguna desgracia les hizo acabar así. Nadie está libre de ello.
Saludos a tod@s

Goriot dijo...

Mirola, tienes la misma linea que yo, además me gusta mucho sentarme en el banco de un parque y observar todo lo que se mueve. Si, es cierto ¿qué pensarán de nosotros?
Ellos tienen una historia muy interesante, que muchos la guardan en secreto porque es suya.
Ananda, si, es cierto, tienen mucha libertad, tú también eres muy humanista, te queremos.
Esttivalia, hemos extrapolado este asunto para bien, para que nos conciencemos de los indigentes.
Este hombrecillo, no tiene por qué dormir en un banco, lo suele hacer en verano y en la siesta. Él pertenece a una residencia, allí tienen buenos sillones, televisión y duchas; lo que pasa que le gusta esa vida, esa forma de entender la vida.
He indagado en la residencia y lo saben, le riñen, quieren corregirle y no hace caso; eso si, va limpio.
Una vez me dijo que le hacen la vida imposible sobretodo el director, porque no es de esta localidad, que se lo tenía que decir al alcalde su pueblo. Pero todo eso es porque no quiere hacer caso a las normas.
Belkis, si, es cierto; (cuando nos referimos a mendigos)posiblemente este hombre ni tenga familia.
Besinos para todas vosotras sois muy amables por leer mis relatos y por dejar vuestros comentarios interesantes.
Goriot.

Anónimo dijo...

Creo que haces bien en hablar con el, aunque te conteste con monosilabos, el hace su vida si quiere dormir la siesta en un banco es que a lo mejor se agobia dentro de la residencia y necesita libertad, no se, pero el hablar y preocuparse por lo demas es increible, gracias goriot

Goriot dijo...

Mujergris, gracias por leer mis relatos y por tu comentario.
Si, llevas razón,hoy me he curzado con él,se ha quitado la gorra y me ha enseñado su pelo ya algo largo dice que marchaba a la peluquería.
Voy a ir a la residencia otra vez para saber algo más de él. Ya os contaré.
Dos besinos chiquininos.
Goriot.