PÁJARO DESHOLLINADOR.
Tordo
Varios amigos padecieron algunos
sustos cuando sus chimeneas se incendiaban por culpa del hollín. Es un oficio
desaparecido. Por lo que, me armé de valor y con un cepillo con largo mango,
desde abajo raspé en lo posible la chimenea y claro, salí de la hazaña todo
tiznado; pero no pude alcanzar los últimos metros.
Qué sorpresa cuando el pasado
sábado al abrir la puerta de la casita del campo, un pájaro –creo que es un
tordo- quedó encerrado e intentaba salir de la vivienda con un agitado vuelo y
el suelo de la chimenea repleto de polvo negro. Lo que había ocurrido es que el
pájaro había caído por la chimenea por rotura de la tela metálica y con su
desesperado revoloteo había limpiado esos metros que me faltaron de limpiar.
Una vez más muestro mi cariño por
los animales y hago constar lo mucho que nos ayudan a los humanos.