Regalo de MORGANA

Regalo de MORGANA
Gracias por tu regalo, me hace ilusión y cada vez que lo miro te recuerdo.

jueves, 18 de marzo de 2010

VIAJE A MADRID

La Gran Vía festejando el centenario
Plaza Mayor

El Rastro


Plaza del Sol



Fue una mañana de domingo muy soleada, mi mujer y yo teníamos subido interés turístico, los camareros muy atentos nos sirvieron chocolate con churros, aunque ya no eran los tradicionales de siempre.

El Rastro nos hacía rebosar de feliz curiosidad, a los que tocaban algún instrumento musical o se mostraban graciosos para alegrar a los visitantes... nosotros, muy agradecidos les dejábamos algún donativo como muestra de nuestro agradecimiento. Dos hombres vestidos de carnaval formaban parte del ambiente, ellos se divertían y hacían divertir a los demás sin pedir nada a cambio. Todos son ladrones sospechosos, yo les miraba como queriendo descubrir a los culpables del hurto. Abundan los robos callejeros.

Compramos tres pares de calcetines por un euro...me contagié de tal modo que comencé a pregonar a viva voz: "¡¡Tressss paressss dee calcetinesss porr uunnn euroooo!!", ayuda espontánea que agradeció el vendedor ambulante. Perdí el pudor y gané la libertad de expresión.

La rapidez de los camareros quedó demostrada una vez más, al entrar por la puerta de un bar, nos dicen: ¿que desean? Y respondemos: "¡¡Calamares¡¡", al llegar al mostrador, el barman hizo deslizar un platito y, con su amable voz nos decía: "¡Calamares señores¡".

Al regreso fue una gozada sentarnos en uno de los veladores de la Plaza Mayor, aquí me acordé de los blogueros: Luis G., María Ángeles y José, ellos nos muestran el paisaje natural... pero y este paisaje urbano de edificaciones antiguas y modernas, ¿No tienen su encanto también?
En Madrid más que turistas nos podemos sentir poetas y llegar a escribir versos como nuestras blogueras.


Por la tarde vimos en la Gran Vía a Tricicle y después pasamos a la discoteca "Golden" que tenía dos pistas llenas de parejas: una de música en disco y otra, con orquesta. Prohibian fumar y allí se estaba de maravilla.


El lunes, entramos en un ascensor de Renfe instalado en la Plaza del Sol, sólo tardamos unos quince minutos en llegar a Getafe donde mis familiares nos recibieron y atendieron de una forma muy cariñosa y especial.

Hicimos el regreso satisfechos,pero la lluvia hizo su aparición.




jueves, 4 de marzo de 2010

LA QUEDADA EN MADRID



El pasado sábado día 27 celebramos en Madrid una quedada de personas que pertenecemos a un chat digno de comunicación, donde los moderadores pueden expulsar a los que se comportan de mala manera o buscan parejas.


No figura en el diccionario la palabra "quedada" como otras que pertenecen a esta modernidad de Internet. Durante varias semanas la ilusión de conocernos a superado al encuentro que, también ha sido bueno en valor, hemos disfrutado de otros registros.


Como así planeamos, fuimos llegando al hostal de tres estrellas las personas de diferentes zonas de España con sus respectivos nicks: Gaty que llegó en avión de Barcelona, Ssara que vino en tren de Valencia, Zorro, Árcor y Dama géminis llegaron de Sevilla en un atomovil, Humprey y Rípley que viven en Madrid y mi esposa y yo que somos de Badajoz. Fue impresionante conocernos por primera vez.
Dama géminis, Ssara, Gaty y mi esposa.

El restaurante era elegante, muy bien decorado, comida de diseño en el primer plato y de carnes y pescados en el segundo. Allí hablábamos como en chino para mi mujer que desconoce la jerga de Internet, comentábamos los entresijos de nuestras conversaciones en el chat, de los compañeros que suelen ser usuarios del mismo y los sistemas... como estas palabras: Topic, lag, msn, privi, o los nick: Lobo, Anichi, June1 etc.. Pero mi esposa se adaptó muy bien y ellos consideraban a mi mujer como persona agradable.


Nos faltó Javitome, de Ciudad Real, tenía una habitación individual reservada, no llegó y todavía ignoramos el motivo.


Llegamos a estar reunidos cinco mujeres y cinco hombres. Unos reían, otros cantaban, otros recitamos poemas, otros decían chistes y terminamos en un karaoke, después en una discoteca... mi mujer y yo estuvimos hasta la una, los demás a las cuatro de la mañana.


Considero que es una quedada curiosa con divertidos matices en un Madrid encantador, pero más curioso pudo ser el hecho que, una mujer dejó a su marido en su casa porque él suele ir también de viaje con sus gentes, para presenciar partidos de fútbol, por lo que, con toda su valentía dijo: "ahora voy yo sola a pasarlo con unos amigos".


Los chateros se marcharon, mi esposa y yo quedamos dos días más en Madrid. Lo quisiera contar en mi próximo relato.