Regalo de MORGANA

Regalo de MORGANA
Gracias por tu regalo, me hace ilusión y cada vez que lo miro te recuerdo.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Mi premio gastronómico


El mes de diciembre está formado por fechas de celebraciones que unen la amistad, la fraternidad y las comidas.

Como los primeros días anunciaron un concurso gastronómico, quise participar con dos comidas, sin ninguna intención decidida de conseguir ganar en una competición de cincuenta y un platos que se presentaban. Más bien por participar y, con las seis invitaciones que me daban a cambio, pasar un día con mis amigos -somos tres parejas-, degustando los platos típicos. Hasta probamos carne de conejo con sabor a dulce o confitado.

Fue mi sorpresa cuando anuncian por el micrófono instalado en un escenario, que uno de mis platos: "Migas de pastores" gana el tercer premio de los segundos platos; más aún me quedé sobrecogido cuando anuncian que mi otra comida: "Patatas en caldito" ha considerado el jurado que sea el primer premio de los primeros platos; ante los aplausos de los asistentes subí al escenario, recibí el abrazo de un concejal del Ayuntamiento con estas palabras: "la mejor comida que he probado en mi vida" y me entregan dos diplomas y dos sobres: uno con un cheque de cien euros y, otro, con un cheque de veinticinco.
En un relato anterior ya di la receta de esta comida, pero no me importa de volver a repetir sus ingredientes: Para cuatro personas se fríen kilo y medio de patatas en forma panaderas, qué solo queden fritas al 50%. En un mortero se machan dos dientes de ajo, un poco de sal, un poco de cominos y un poco de agua. A las patatas medio fritas se le echa agua hasta cubrirlas, se le echa el contenido del mortero, un poco de pimentón de la Vera y una hoja de laurel. Tan solo un poco de hervor para que cojan el sabor y es suficiente. Estarán listas para comer.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Mi viaje a Plasencia


Decidimos hacer un viaje a Plasencia, era necesario aprobechar los días festivos; el tiempo que pudiera hacer nos tenía algo preocupados, miré la la web del Instituto N. de Meteorología, pronosticaba lluvia todo el día al 100% y una temperatura de 12 grados, por si acaso, miré también la página de Maldonado, este señor predecía muy nublado pero nada de lluvia y 14 grados centígrados. Estos datos nos dieron el suficiente ánimo.

Casi todo el trayecto se mostraba verdoso, repleto de encinas donde pactaban toros y obejas; atravesamos el majestuoso río Tajo que al cruzarlo me vino a la memoria el romance del poeta Gerardo Diego.

Mirábamos al cielo y la duda seguía en nuestra mente, aunque las nubes parecían tener demasiada altura como para dejar caer el aguacero.

Pudimos visitar el casco viejo de Plasencia durante toda la mañana, eran calles con su historia, viviendas de piedra, a veces escaleras para subir los tremendos desniveles urbanísticos. Como curiosidad pude ver en una de ellas, dos rótulos pegados: uno la denominación actual y el otro el nombre anterior.

Alfonso VIII fundó esta ciudad, el templo de las dos catedrales nos dicen que es la mayor categoría artística de Extremadura. Es la cuarta ciudad más importante de la región extremeña, situada al norte de esta comunidad. Tiene 41.OOO habitantes.

En la foto que muestro, situada en la plaza del Ayuntamiento podemos observar a modo de curiosidad la fachada más estrecha de España.

Tiene sobrado interés el Valle del Jerte con su río que lleva el mismo nombre procedente de las cumbres de Gredos, sus inmensos árboles de cerezas y el Valle de la Vera con sus gargantas, paisajes encantados, árboles castaños, buitres, águilas y cigüeñas.

Por la tarde, por fín las nubes dejaban caer un finisimo aguacero; como para no quitar la razón a ninguna de las dos páginas del tiempo.