Refugio convertido en pasadizo turístico
El que
siembra recoge. Invité a un amigo de Madrid a mi ciudad porque estaba con
depresión. Lo pasamos bien y reímos mucho en nuestro trato. Se curó de dicha
depresión. Quiso responder a mi atención y el matrimonio nos invitó a mi mujer
y a mi persona a pasar una semana en Dénia donde poseen una vivienda.
Lo pasamos
muy bien con risas y alegrías. Dénia es tan amplio y hermoso como Marbella,
posee playas en el espacio de veinte kilómetros y un grandísimo puerto de mar.
No solo
nos llamó la tención un refugio antiaéreo de la Guerra Civil del año 1936,
convertido en túnel bajo la sierra, sino que pasamos por todo el recorrido de
este pasadizo de una zona a otra de la ciudad. A las once de la noche, cierran
sus puertas.
Como
anécdota curiosa quise llamar la atención de los bañistas y sube a la altura de
la estructura de madera del salvavidas y allí posee unos cinco minutos con mi
gorra blanca marinera.