Regalo de MORGANA

Regalo de MORGANA
Gracias por tu regalo, me hace ilusión y cada vez que lo miro te recuerdo.

domingo, 22 de febrero de 2009

LAS MUJERES CON PANTALONES



Estoy casi convencido que las mujeres comenzaron a usar pantalones por los años sesenta. En las regiones menos favorecidas de la oferta de trabajo, sus habitantes probaban suerte en las que poseían más actividad industrial.
Siempre había mujeres de adelantada vitalidad que no les importaba trabajar en las capitales, aunque sea en el servicio doméstico. Ellas son las que venían a sus pueblos de origen vistiendo pantalones, a veces algo anchos que les sentaban fatal.
La mujeres son seres inteligentes que muy pronto se apropiaron de esa prenda para presumir de cuerpo, de elegancia y personalidad.
El pantalón más usado es el de vaqueros, se ajusta a todas las combinaciones, los llevan tan ceñidos que dan gracia a esos movimientos de caderas y traseros a cada paso que dan.
Por las calles de Criptana casi marcábamos el paso tres compañeros del Servicio Militar, delante de nosotros iba una joven con vaqueros apretaditos -muy bien podían ser dos o tres tallas menos de las que le correspondía- el más humorista de nosotros, saltó a modo de piropo diciéndole a la chica: "No me hagas señas con el culo que no te entiendo".
Son muchos tipos de pantalones: los hay de cintura baja,de piratas con los que ellas están muy graciosas y, otros tantos, que a la vez que disimulan las excesivas curvas agradan a la vista.
Siempre daban respeto aquellas frases sueltas de "Quién lleva los pantalones en casa" o "Bajada de pantalones" ante una cobardía.
Ya no es así, se esta llegando a una igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el que mucho tenemos que agradecer a que los dos géneros usemos pantalones, ellas los llevan más elegantes que nosotros los hombres.
Ha habido críticas actuales haciéndonos ver que las ministras María A. Trujillo y Elena Espinosa se saltaron el protocolo usando prendas unisex en la Fiesta Militar del 12 de octubre y que Carmen Chacón en la Pascua Militar lució un traje de pantalón.
Cuando íbamos a la fiesta de los toros, si mirábamos hacía arriba de las gradas, veíamos lo que ahora no me apetece de decir y me refiero a las partes bajas de las mujeres, (como decía Manolo Escobar en su canción) ahora ya eso no suele ocurrir porque ellas llevan sus pantalones.
Sé de mujeres que, de tanto llevar pantalones, son ya incapaces de usar vestidos y faldas.

lunes, 2 de febrero de 2009

LOS CARNAVALES




Son desfiles, charangas con coplas que critican a las autoridades, disfraces y fiestas en la calle. La fecha de la celebración es variable en el mes de febrero, febrerillo el loco que decimos.
Muchas aplicaciones dan los estudiosos al término carnaval. Algunos creen que hace referencia a una antigua tradición pagana en la que se ofrecía carne al dios Baal (cama-Gaal), en una fiesta que todo vale.
En España, a lo largo de la historia, en distintas épocas, unas veces la prohibían y otras la celebraban.
En años de la última dictadura, la policía local corría detrás de la gente que se vestía con máscaras.
Me ha gustado vestirme de viejo con una careta que cubría todo mi rostro y poseía pelo blanco. No coincidía con mi amigo Andrés que le gustaba vestirse de mujer y llevar la cara al descubierto. Por lo que, yo solo recorría las calles y visitaba a las residencias de ancianos. Ya no lo practico, se ha aburrido aquí esta fiesta.
Me lo pasaba muy bien, era muy divertido, en cada parada una anécdota. En los asilos de ancianos me confundían con un residente compañero de ellos.Ante un sacerdote me arrodillé llevando la mano a mi rostro y santigüándome, a lo que el cura respondió con un ademán de querer pegar un puñetazo, con un aspecto muy enfático; recordemos que es una fiesta que a la Iglesia no le gusta. A un barrendero le pregunté si hoy era un día descaso y no trabajaba; me respondía con voz muy alta y haciendo ademanes con los brazos como apretando una escoba de que ya barrió las calles por la mañana, (Como si yo fuese un extranjero que no entiende el idioma). A todos les preguntaba por la plaza de toros y todos muy amables me indicaban por donde tenía que ir y eso si, ellos muy sonrientes. Yo hacía muy bien teatro, cuando veía a una chica guapa me iba detrás de ella simulando una cojera propia de los dolores de hueso.Lo que más me sorprendió y reí muchísimo fue ante un señor muy respetuoso, muy antidemocrático, muy beato, que me insultó por ir vestido de carnaval, era evidente que a él no le gustaba esta costumbre, se me ocurrió decirle que se lo iba a decir al alcalde y entonces fue cuando se enfureció y a punto estuvo de pegarme. Decía a voces que deseaba enfrentarse a él algún día.
Son fiestas que sirven para tener una libertad en la que, rompe los moldes cotidianos y estrictos, a los que estamos sometidos diariamente.