I MARCHA DE ANTORCHAS

Por ser voluntario, me invitaron a mi y a mi esposa a la celebración del Día Internacional de Cruz Roja.

La actividad principal fue la I Marcha de Antorchas, nos dieron una taza de chocolate, nos regalaron un reloj y una antorcha con un pequeño depósito lleno de trementina, encendimos la mecha y comenzamos la salida del pueblecito de Alonso de Ojeda.

Alonso de Ojeda es un pueblo muy pequeño, rotulado en honor de un tripulante de Cristóbal Colón, fue creado con el Plan Badajoz de los años sesenta. Su Iglesia de San Miguel es de planta rectangular y la torre que ven ustedes es de mención especial.

Esta marcha conmemora la que se realizó en Solferino, la teníamos que hacer en verano, pero por temor a que los campos se puedan incendiar la hemos recorrido en este mes.

Es hermoso contemplar los parajes y cortijos deshabitados...más aún cuando vamos en convivencia con personas de todas las edades.

Después de andar casi siete kilómetros, llegamos a Miajadas, un pueblo de 10.000 habitantes que, en siglos pasados estuvo ocupado por los romanos, se llamaba Meaxades. Hoy conocida como "Capital Europea del Tomate", está situada al sur de la provincia de Cáceres y cerca de Don Benito, un pueblo de la provincia de Badajoz.

Nos pusieron una buena comida típica del lugar, bailamos en una discoteca y regresamos a nuestros domicilios cotidianos.

Seguimos respirando humo de tabaco

Me resulta molesto escribir de este tema. ¿Quién sabe si algunos se pueden molestar? El humo de tabaco contiene unos 4oo productos químicos, 250 son nocivos y 50 cancerígenos para las personas que lo respiramos.

Durante muchos años lo pasé mal en mi trabajo, era una oficina situada en los sótanos, los compañeros fumaban, yo abría la ventana y ellos la cerraban alegando que se podían resfriar.

Me alegré de la Ley de diciembre de 2005 y después la Ley de este año que ha sido más rígida. En los bares, antes me salía yo a la puerta y ahora salen ellos. Pero hace unos días me ha ocurrido que, en una boda, ya en los postres comenzó a fumar el novio y después muchos más, por lo que, me tuve que salir y venirme para mi casa.

Ellos siguen fumando aunque en el paquete de cigarros esté impresa una nota de que el tabaco puede matar.

Hasta ahora fumadores y no fumadores nos hemos respetado. Hace unos días en una cena, nadie fumó, pero al pasar a la sala de discoteca muchos fumaban y me tuve que ir al anterior salón. Ante mi protesta, me dijo el dueño muy enfadado: "¡Ven conmigo, dime quienes son los que están fumando y los apuntamos en este papel!". Mi respuesta fue NO. Después por megafonía se escucho: "Está prohibido fumar en este recinto público, por favor apaguen sus cigarros"; y todos apagaron sus tizones ardientes.

Ellos tienen tan asumido ese olor que, no comprenden por qué nos molesta a los que no fumamos.