Regalo de MORGANA

Regalo de MORGANA
Gracias por tu regalo, me hace ilusión y cada vez que lo miro te recuerdo.

lunes, 24 de agosto de 2009

Mis vacaciones en Cádiz

Cádiz es como una isla
Son ya seis años los que llevamos disfrutando de nuestras vacaciones en Cádiz. Nos gusta alojarnos en el casco viejo, junto al majestuoso Ayuntamiento, su reloj marca las horas enteras con música de Falla. Frente a este edificio desayunamos todas las frescas mañanas un chocolatito con churros. Paseamos por la calle Pelota de edificios de varios siglos, puertas grandes como para gigantes, paredes construidas con ostiones, calles estrechas y largas de longitud, nos adentramos en el barrio del Pópulo, allí existen algunas tabernas, una de ellas, es la del Teniente Seblón, nos gusta sentarnos en sus antiguas sillas de madera pleglables, en el interior una exposición de pintura y venta de libros viejos, las tapas de ese día son: Rollito de jamón, chistorra con pimientos y revuelto de setas; pero hasta las 13´30 no llega el cocinero. Las palomas revolotean por la típica calle y hasta un vecino le tiene un hueco cuadrado en su fachada para que ellas hagan el nido.

Ya hemos recojido los útiles necesarios y pasamos por la plaza de San Juan de Dios que termina en el puerto,subimos al autobús que nos lleva a la playa de la Victoria, allí hemos conocido a un grupo de turistas que llevan veinte años disfrutando de las vacaciones en este lugar, dicen que ya son un grupo de amigos: unos de Madrid, otros de Salamanca y de Ubrique; dicen que nos aceptan a nosotros también como amigos de ese grupo que siempre se dejan caer en el mismo sitio de la deliciosa playa.

El regreso lo hacemos después de comer en un buffet.

Cada año visitamos un pueblo cercano, este año hemos ido a Puerto Real, me gustan sus fachadas de casas bajas y su explanada amplia junto a las dunas y el mar con sus barcos de pescadores, allí mismo cenamos los mariscos del lugar.

Me gusta usar una gorra blanca que simula a un oficial de la marina, me suelen decir capitán, hasta el punto que cuando nos disponíamos a subir al vaporcito (barco pequeño que hace el recorrido Cádiz-Puerto de Santa María) decían los pasajeros: "Ya viene el capitán". Un año no fue así, fue de otra manera, vestía yo con pantalón blanco, camiseta marinera y la inseparable gorra, caminaba yo con mi mujer por el paseo del puerto, pasó una moto ocupada por una pareja de novios, él hizo sonar una voz impetuosa: "Es popelle", claro se refería a mi persona.

El año pasado me dije: Ya he visto todo Cádiz, sólo me falta de ver a su alcaldesa. Me avisaron que entraba en el Ayuntamiento y fui corriendo y le di dos besinos a Teofila Martínez, alcaldesa ejemplar de Cádiz que vive en un chalé en Puerto de Santa María.

Nos agradaría que Teófila nos dejara aquí un comentario.