Somos muchos, los que, tenemos la feliz idea de coleccionar piezas que, cada día que pasa el tiempo son más valiosas. Nos gusta enseñarlas a los demás, por lo que, hasta organizamos alguna exposición al público.
Las mías son de monedas, billetes, revistas y periódicos.Cada vez que viaja algún amigo al extranjero, le pido que me traiga monedas, por lo que, tengo de muchos países, hasta de China, Australia o Japón.
También hace tiempo que comencé a coleccionar revistas de Extremadura: poseo algunos ejemplares con títulos tan curiosos como estos: "BUAH¡¡¡" de Hornachos, "LA CHANCLONA" de Aceuche, "LA BURANCA" de Santibañez el Bajo; me hicieron constar que es una palabra extremeña con una sola "r".
De cada una de ellas se puede decir algo curioso y positivo: una alcanzó los 397 números, otra editaba en cada número 10.000 ejemplares, unas aparecían los domingos y otra, como "Hojas Sergas" salía a la luz en cada estación del año.
Los coleccionistas suelen estar apenados, temen que cuando mueran los descendientes no harán una continuidad y quedará todo destruido. Me dijo la hija de un coleccionista: "Cuando muera mi padre, estos periódicos los usaré para el cesto de las patatas".
Conozco a personas que coleccionan revistas, billetes o monedas defectuosas. Para todo hay gustos.
De cada una de ellas se puede decir algo curioso y positivo: una alcanzó los 397 números, otra editaba en cada número 10.000 ejemplares, unas aparecían los domingos y otra, como "Hojas Sergas" salía a la luz en cada estación del año.
Los coleccionistas suelen estar apenados, temen que cuando mueran los descendientes no harán una continuidad y quedará todo destruido. Me dijo la hija de un coleccionista: "Cuando muera mi padre, estos periódicos los usaré para el cesto de las patatas".
Conozco a personas que coleccionan revistas, billetes o monedas defectuosas. Para todo hay gustos.